22 de septiembre de 2009

Duración

Hay libros que necesito tener cerca. Por ejemplo Poema a la duración, de Peter Handke: No es a quien está en casa sino a quien va camino a casa a quien le llega la duración.

De ahí salió el título para una proyección de fotos: "Lugares que duran".

Y de la diferencia entre el instante, sin duración, y el presente que se extiende hacia atrás y hacia delante. Igual que los sonidos.

En los conciertos, cuando acaba una pieza, habría que dejar que el sonido durase todo el tiempo que hiciese falta antes de comenzar los aplausos. Siempre me pareció que los directores deberían ayudar con sus gestos a que la música no se terminase con el inicio del último sonido audible. Como espectador me gustaría esperar en silencio a que mi cuerpo dejase de sentir las imperceptibles líneas que lo cruzan, incluso cuando ya casi no se escucha nada.