13 de noviembre de 2012

Tú, O homem da telegrafía

Había una flauta y era de noche.

Una flauta sola que emergía desde una luz que apenas dejaba ver la habitación. A veces casi se callaba, a veces se acercaba a tu voz como un animal asustado, jadeante. Como quien, exhausto, ha llegado a un lugar protegido, a una noche cálida. En algún lugar.

Eran variaciones sobre música de John Dowland. Como muchas otras veces.

Había una mariposa que se agitaba en un fluorescente del parking subterráneo. Tú giraste el volante, giró todo el coche, las ruedas crujieron, esperaste a ver qué pasaba. Y la mariposa, ya casi invierno, buscaba la salida cerca de aquella luz fría.

El coche se detuvo, apagaste el motor. Era muy tarde y aún estabas lejos de casa. Te paraste a verla volar sin poder hacer nada. Nadie. Ninguna persona a quien mirar a los ojos para mostrar ternura por aquel animal ya condenado de muerte, volaría mientras durase su noche iluminada.

Las palabras que no se pronuncian parecen vuelos verdosos y perdidos de antemano. No lo podías olvidar: aquel hombre cogió cada una de las letras, las palabras una a una, todas, y comenzó a guardarlas sin apartar la mirada. De pie, frente a quienes le mirábamos sin saber qué decir.

Muchos días las palabras no sirven.

Dijiste que había tantos yoes que tal vez cuando se hablase en primera persona habría que decir que hablaba la otra voz. La tuya, el reflejo que parece la tuya, solo se puede identificar al salir de tu mundo y mirar hacia los alrededores. Y entonces es posible que decir en lugar de yo sea más preciso. El tú gira frente a la luz y es capaz de viajar entre la luz brillante y la oscuridad que corta los dedos.

No pareces decidido a iniciar el viaje de vuelta. Piensas que la mariposa tal vez vivirá hasta el amanecer.

Vai ao fundo o navio,
Mas eu sou o homem da telegrafía.
escribe Miguel Torga.

La precisión en su acercamiento a la luz embrutecida, tanteando las distancias. El aire que desplaza al volar, una cortina de aire tan fina como la piel, invisible. Debajo, un complejo entramado de arterias y líquidos.

Tenho o oiro e nâo posso
Arrancá-lo do cerne da montanha!
dice Torga

Y muchos mensajes aún sin transmitir.