19 de octubre de 2008

Un bosque antiguo

Sigo viajando cada jueves o viernes a Santiago para escuchar el concierto que tiene lugar en el Auditorio, habitualmente de la Real Filharmonía de Galicia. El primero al que pude ir esta temporada fue el del jueves 10 de octubre.
La segunda parte del concierto fue la Sinfonía núm. 7 en la mayor, op. 92 (1812) de Beethoven. Cuando comenzó a sonar la fui reconociendo, seguramente todos la tenemos de una forma u otra en la cabeza. Es un espectáculo escuchar en directo una sinfonía de Beethoven, todo parece entrar en ebullición, conducido por unos contrastes extremos. Es lo que más me gusta, la reunión en una pieza de lugares opuestos, (su allegretto es increíble).
Tras la música busqué en mi libreta un texto del escritor Gustavo Martín Garzo que hacía semanas recordaba haber anotado. La sinfonía me llevó a aquel texto. Es el siguiente:

Un personaje de Fanny y Alexander, la película de Bergman, cuenta a los niños una hermosa fábula. Su enseñanza es que ser hombre es andar perdido, no tener adónde ir; pero también que hay lugares en la tierra poblados de hermosos bosques, manantiales y arroyos. Y eso nos dicen algunas ciudades, que todavía hay lugares misteriosamente comunicados con esos bosques antiguos donde se guarda la memoria de anhelos, deseos y angustias de los hombres.