21 de diciembre de 2008

Beethoven y James Agee

¿De dónde procederá el gusto por ordenar lo que aparentemente no lo está?. A mí, según los días, me produce un placer especial, siento que tras establecer un nuevo orden alguien me ha concedido más oportunidades para seguir el juego, que ahora sí y que lo mejor está aún por llegar, que ésta vez... casi todo va a ser diferente. Suele durar poco esta percepción, porque al mismo tiempo experimento el sinsentido y la ingenuidad de esta valoración.
En uno de esas sesiones que buscan salir del desorden, me crucé con el libro de James Agee Elogiemos ahora a hombres famosos. Y al final del prólogo, Agee escribe:
Beethoven dijo una cosa tan temeraria y noble como lo mejor de su obra. Según mi memoria, dijo: "Quien entiende mi música no volverá a conocer nunca la infelicidad". Lo creo.