16 de enero de 2011

Lontano

Si supieras cada día lo que va a pasar no te levantarias de la cama, dice uno de los personajes de "Todo o nada", la película de Mike Leigh (a mi me deslumbró con "Secretos y mentiras").

Y ¿cómo se relaciona esto con el ansia de control, férrea a veces, sobre ese mismo día a día?

Amanecemos para estar expuestos a la incertidumbre, y eso parece ser lo bueno. Pero al mismo tiempo queremos reducir las opciones de imprevistos, de incertidumbre.

Puede que esto sea casi inevitable, el asunto es el cómo lo aceptamos y gestionamos.

Y esta es una enseñanza que procura la música: la aceptación de lo desconocido, lo imprevisible, el caminar en la cresta de una ola de la que no se sabe su evolución, el evitar lo obvio. Un buen maestro de todo esto es György Ligeti.