13 de diciembre de 2011

Cum dederit

Escuchar una música no es escucharla, es seguirla.
Alguien evoca esa frase de María Zambrano.

Otra vez vuelvo a pensar en la idea del estar cerca, del situarse no lejos de la corriente. Atento a sus movimientos, a los pequeños cambios, a la superficie igual que a lo subterráneo.

Estar cerca de lo que uno quiere. Y en ese estar cerca lo que uno quiere se deja ver.

Se deja sentir: desde el abismo a las estrellas.

Cerca, por ejemplo, del Cum dederit que Antonio Vivaldi compuso en su Nisi Dominus. Una música que se eleva suave y obstinadamente hacia la noche.